Ser madre

Desde pequeñita me encantaba jugar con muñecas en especial con los nenucos, de los que tenía toda las cosas que podían haber, y me imaginaba que era una mamá y me encantaba jugar imaginandome como sería, y ahora cuando ya han pasado unas cuantos años de aquellos juegos soy mamá de verdad, no me tengo que imaginar como será ni nada porque lo estoy viviendo en primera persona.

Me encanta esta nueva etapa de mi vida en la que todavía soy una novata, con tantos miedos, como alegrías aunque creo que la vida de una madre sea novata o no, es igual, con los mismos miedos y alegrías.

Me encanta ver cuando te doy de comer que no dejas de mirarme, verte dormida tan feliz, me encanta verte con papi al cual también se le cae la baba contigo, me encanta tu olor, darte besos, que te quedes dormida conmigo cuando por la mañana te doy de comer, hacerte reír, tenerte en mis brazos, no se es lo mejor que he hecho en mi vida.

Pero también tengo miedo, miedo de que te pongas malita, miedo de que llores y no saber porque, miedo porque no comas bien, en fin miedo de no hacerlo bien, miedo de no ser la mamá que tú te mereces, por eso me esfuerzo cada día en ser o intentar ser la mejor mamá que puedas tener, como lo hizo mi madre conmigo.

Por eso mi vida en esta entrada te repito al igual que las otras diez mil veces al día que Te quiero y que lo haré lo mejor que pueda, porque tú te mereces lo mejor, tú llegaste a nuestras vidas como una luz que nos va a iluminar nuestro camino y a llenarnos de alegría y de felicidad, y espero devolverte con creces lo mucho que me has dado tú a mi en tus diez meses.

Te quiere Mamá.